Cada negocio tiene su particularidad, su momento, su capital y su tipo de clientes. Antes de elegir una plataforma hay que entender bien que se necesita y para qué, qué vas a vender y a quién. No es lo mismo elegir una plataforma para un E-commerce que arranca desde cero y aún no vende nada, a otro que ya necesita migrar a una plataforma más robusta porque ya lleva años operando y vende millones.